Huellas de Acahualinca - Las Más Antiguas de Latino America

Barrio Acahualinca – Managua, Nicaragua.

De acuerdo a fuentes fidedignas la historia de Managua está intrínsecamente ligada a uno de sus barrios. La historia del Barrio Acahualinca data desde aproximadamente a finales del Siglo XVIII cuando era habitado por pescadores de subsistencia, que se afincaron en las orillas del Lago Xolotlan; transcurre a través del Siglo XVIV con muy poca influencia sobre los acontecimientos e historia de la ciudad hasta a mediados de ese siglo; para luego en la ultima parte de la centuria – en los años setentas es prácticamente el epicentro de muchos acontecimientos políticos debido a su cercanía a la capital, Managua y el cobijo que el barrio ofrecia a aquellos que escribirían un capitulo en la historia contemporánea de Nicaragua en general, Managua en particular y por ende, del Barrio Acahualinca.

Habitantes Originarios

Los habitantes de la region que hoy conocemos como Acahualinca fue habitada hace unos 2,300 años for pequeñs bandas de nativos originarios de la zona, cuya subsosyencia dependia de la agriculltura y la pesca. Estudios cientificos recientes por universidades Canadienses y Norteamercanas atestan por medio de pruebas de carbono, a la edad de la huellas plasmadas en lodo volcanico. Aún no se determina con exactitud la relacion entre los habitantes que dejaron las huellas y los habitantes que poblaron el area, su lenguaje, creencias religiosas - si la tenian por llamarse asi, o sus costumbres siglos mas tarde. Lo que si se puede decir, es que son un patrimonio nacional y debe ser motivo de orgullo para aquellos cuyas vidas estan ligadas con este sitio en la Ciudad de Managua.

Acahualinca

Existen tres definiciones aceptables sobre el significado de la palabra “Acahualinca” por lo tanto son incluidas en esta publicación. La palabra Acahualinca viene de la lengua Náhuatl (Cultura Maya) predominante en el área Central y Sur de Mexico cuya influencia se extendiéndó por las costas del Pacifico de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Posibles Raíces de la palabra:

Acahual – can: Lugar de acahuales o girasoles (Dávila Bolaños); Atl- casual: Lo que dejó el agua (Mántica) y Acahual – maleza, Olin- temblor, can- adverbio de lugar, “el tembladero de la maleza.”

Huellas de Acahualinca

En el año 1941 el arqueólogo norteamericano Francis Richarson (de la Instituto Carnegie de Nueva ) sostuvo que uno de los volcanes más cercanos a Managua (Tiscapa, Nejapa y Asososca) hizo erupción expulsando materiales como escorias, cenizas, piedra poma, arena, quizás un tiempo depues de la temporada de lluvias, que rodaron en dirección Norte (hacia el Lago de Managua o Xolotlán) sobre las llanuras utilizando un cauce pluvial que drenaba las partes altas de las Sierras de Managua (El Crucero hoy en dia; población 26, 763), o durante la estación lluviosa, hasta caer a la parte donde huellas humanas fueron preservadas en capas geológicas (de mas de 9 metros de profundidad); y como estaba lloviendo se convirtió en lodo volcánico, una vez que el lodo se enfrió y dejo de moverse, sobre este caminó un grupo entre diez y doce personas - hombres, mujeres, niños, y algunos animales como el venado y el mapache, dejando sus huellas para el futuro.

Las Huellas de Acahualinca son consideradas los más antiguos rastros humanos descubiertos en Latinoamérica (2,300 años). Estas fueron dadas a conocer por el Doctor Earl Flint, en 1878. El anuncio sobre ese descubrimiento circuló por primera vez en 1878, y produjo considerables revuelos en el mundo científico de entonces, apareciendo numerosos artículos concernientes a su descubrimiento en diarios Europeos y Norteamericanos. Despues del anuncio de su descubrimiento siguió una acalorada controversia. La atribución de una enorme edad a las huellas por el Doctor Flint, fue recibida con bastante escepticismo, no se hizo ningún intento de investigación científica hasta el alborear el siglo 20.

El Doctor Samuel K. Lothrop revivió algún interés en 1926 por la publicación de “Cerámica de Costa Rica y Nicaragua”, pero no fue hasta en 1941, 63 años después de que las huellas fueron primeramente anunciadas, que se llevó a cabo un serio esfuerzo para redescubrir el sitio. El redescubrimiento puede ser atribuido a una revisión de la correspondencia original del Doctor Flint, archivada en el Museo Peabody de la Universidad de Harvard.

Durante la búsqueda del sitio, por el Instituto Carnegie de las Ciencias,de Washington en 1941, un grupo de “picapedreros” dejaron a la vista en ese entonces algunas de las huellas. Excavaciones extensas subsiguientes conducidas en 1941 y 1942, expusieron una gran parte de las huellas, tanto humanas como de animales. El entonces Presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza García, ordenó que uno de los principales cauces de desagüé de Managua, que amenazaba las huellas, fuera desviado para que el sitio fuese conservado en su estado original para beneficio del público, y para futuras investigaciones científicas. Al terminar las excavaciones actuales, e Instituto Carnegie de Washington construyó un edificio protector que ahora cubre las huellas expuestas.

El autor de esta publicación es originario del barrio y se cuenta entre aquellos que expresan su orgullo de ser indigenos a este sitio y comunidad conocido como Barrio Acahualinca, Managua, Nicaragua.

Parte 2 continuará